Después de meses de promesas y titulares rimbombantes, ya sabemos en qué ha quedado el famoso Pabellón Etchegoyen anunciado por el Gobierno de La Rioja:
una simple tejavana sobre la pista de cemento del colegio Hermosilla.
Sí, han leído bien.
Nada de nueva infraestructura deportiva. Nada de inversión potente. Nada de lo que se prometió.
Recordemos las palabras del alcalde:
- “El Gobierno regional va a invertir muchísimo dinero en ese nuevo pabellón”
- “Estamos estudiando dónde ubicar el nuevo pabellón”
- “Será mucho más que los 100.000 euros que dejó la anterior institución”
Y al final, ¿qué tenemos? Una cubierta sobre la pista de futbito de toda la vida.
Esto no es un pabellón. Esto es un insulto.
Mientras tanto, nuestros representantes municipales callan y tragan lo que les dictan desde la capital, sin plantar cara, sin exigir nada, sin defender a su ciudad ni a sus vecinos.
Una vez más, Santo Domingo es ignorada y despreciada por quienes deberían cuidarla.
Y su alcalde, como ya quedó demostrado en el último pleno, no es de fiar.